Parecía increíble pero fue real. Justo cuando pensábamos que no llegábamos a organizar nada para el día del niño nos cayó una catarata de ayuda: el Club San Telmo nos volvió a abrir las puertas para hacer el festejo en su sede, los socios de la Comisión Directiva juntaron fondos para comprarles regalos a los chicos y un grupo extendido de socios se armó de dinero, amor y tiempo y organizó la choriceada. El resto lo armamos entre voluntarios, socios, amigos y familiares, motivados por el impulso de tanta generosidad.
Fue así que los chicos de la Isla Maciel disfrutaron de un rico desayuno en el convento y después viajaron en micro (gracias a otro amigo de la casa: Ramón) hasta la Sede Centenario del Club Atlético San Telmo y ahí los recibimos con juegos, regalos, golosinas, piñata y choripanes.
No faltaban ni los que faltaron. Todos -antes, durante o después- se hicieron presentes en trabajo, en regalos, en golosinas, en presencia y en afecto...
Acá las fotos:
Llegada al Club:
Juego del piolín: