martes, 31 de agosto de 2010

Taller de sexualidad




En julio pudimos concretar un objetivo que estaba pendiente: realizar un taller de sexualidad con los chicos que ya no están tan chicos.
El destino -personificado en una vecina- nos puso enfrente a Vanessa Brizuela: licenciada en Psicología y experta en el campo de salud sexual y reproductiva que volvió al país hace poco tiempo y quiso pasar 4 sábados con los chicos.
Aquí su comentario, nuestro agradecimiento y los deseos de todos de que estos talleres continúen en el futuro.


Una fría mañana de julio conocí por primera vez a los chicos que forman DeporVida. Había sido invitada por Caro y Andrea ante un pedido especial de que hablara con los chicos sobre temas de sexualidad. Yo venía de trabajar con chicos en otros países, y de regreso a la Argentina acepté de una la oportunidad de conocer a estos chicos de los que me hablaron con tanto entusiasmo.  
Esa mañana de frío y viento me tocó ver al Riachuelo encrespado en olas, obligándonos a cruzarlo por el puente Avellaneda. Fue también ese día la primera vez que me dijeron “Seño”. Por ahora sigue siendo la única. Es algo muy especial, a pesar de haber estado en situación de “maestra” incontables veces en el pasado.  
Desde el sábado 10 de julio y durante cuatro semanas estuve con los chicos más grandes de ese grupo que se junta sábado tras otro en el convento de Isla Maciel como parte de DeporVida. Separados en dos grupos, las chicas por un lado y los chicos por otro, conversamos durante una hora en cada grupo sobre diferentes temas relacionados con la sexualidad. Hablamos sobre los cambios que ocurren durante la pubertad, aprendimos sobre las diferentes partes del cuerpo e hicimos collages de las mismas, discutimos sobre formas de prevenir embarazos y enfermedades. Finalmente jugamos un juego en el que chicas y chicos trataron de responder correctamente diferentes preguntas sobre temas relacionados con pubertad, embarazo y VIH. ¡El grupo de los chicos ganó por apenas un punto!


Fue un placer enorme conocer a los chicos de DeporVida y poder participar de las actividades durante los sábados de julio. Me quedo con lo que uno de los chicos me dijo ese último sábado en que combinamos encuentro final con festejos del día del niño, “Seño, me pica el escroto…” con una pícara sonrisa dibujada en la cara. Ojalá haya encuentros como éstos más adelante.
Vanessa Brizuela